De una amistad surge un universo, un tiempo de recuerdos, que el deceso extingue. Es la muerte quien nos brinda una composición de instantes, en ambigüedad vida y muerte. Reviven: Salvador Allende, Pablo Neruda, Rebeca Ghigliotto y María Cánepa. Es “la ilusión el arte del teatro, volver vivo lo que no está; dar sonido y presencia a palabras que están sobre papel; hacer hablar y accionar a quien es sólo un recuerdo", Julia Varley.
La obra en silencio, nos muestra muchos rostros, que van emergiendo de las capas del vestuario de la protagonista, cada uno va realizando acciones que van conjuntando un imaginario relato escénico, ceremonioso.
Un hombre de frac lee detenidamente el diario: “The Killing Times”, alegoría al tiempo de guerra y muerte que vivimos.
Los personajes entran y salen, se transfiguran, nos brindan escenas incorpóreas, sensibles representaciones, orgánicas, indelebles, un personaje muestra la condición de la mujer, de la inolvidable actriz chilena María Cánepa, su femineidad y su forma de actuar ante obstáculos y condiciones, su último cántico exhalado de esperanza en el arte teatral y en el ser humano. Aún cuando la memoria se haya ido, por la enfermedad.
Unos pies deambulan, bailan, exponen múltiples metamorfosis, son los pies de la protagonista, su voz, una voz que nos remite a su sentido corporal y musical. A los niveles emotivos dentro de cada personaje. Una voz áspera deletrea la voz en "off" de María Cánepa, sugiriendo un matiz de doble monólogo, terso y áspero. Que va exponiendo el conocimiento de sí misma. De su condición subjetiva, intuitiva, personal, casi íntima, y nos remite a una naturaleza especial, tal vez mágica, en el personaje homenajeado.
Al final de la obra observamos como el personaje porta un elegante vestido blanco, un tocado de novia, camina y saca de un pequeño y blanco féretro un esqueleto infantil que coloca en sus brazos, le coloca un juguete infantil al lado.
La obra sigue su silencio, la muerte al fin arrebató las palabras, aspiramos el viento de una muerte mágica, silenciosa y una despedida con emotiva música, el “Ave María”, en su final: “Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora mortis nostrae. Amen.”. Un final de esperanza y redención para todos los seres.
Ave María, emblemática oración de fundamento bíblico que innumerables veces ha sido recreada por ilustres compositores, desde el renacimiento, hasta la actualidad. Por que el acceso a la bella y culturalmente significativa tradición de la música mariana se facilita por la sustitución de letras, múltiples textos han reemplazado las palabras originales de la oración, adaptándolas a su particular culto.
La obra hoy tendrá su última función en Teatro Helénico. Días 17 de enero a las 20:30 horas y sábado 18 de enero a las 19:00 horas en el "Teatro Helénico".
Boletos $250 y $500 disponibles en la taquilla del "Centro Cultural Helénico" ubicado en avenida Revolución 1500 y en la página de internet.