Pinceladas rojas sobre lienzos blancos, es escenario de tres cuadros, en el último el enigma se ha descifrado, es el ser humano, la respuesta y en ocasiones el causante de toda tragedia.
En la primera obra, el entorno, un espacio desértico, inhabitable; un monje camina en obscuridad, soledad y silencio. Después emite sonidos difusos, cánticos ó letanías componen su espera y su imploración. Observa un árbol cuyas raíces están asidas a la tierra.
Los pájaros no han vuelto, desde hace tanto tiempo, el monje continúa invocando su presencia, colocando fruta en el árbol, sabe que así atraerá a las aves, cuán de necesarias son las aves nos explica y los árboles, piezas cruciales para la sobrevivencia humana, fertilizan el suelo, brindan sombra, refugio a humanos y animales e imprescindibles para el sustento, procuran la vida por tierra, aire y proveen de agua. Las aves, aquellos animales que surcan en libertad por el aire. Su plegaria cuestiona y su última letanía es una petición de piedad, al cielo, habrá que esperar.
El rigurosos equilibrio del trabajo actoral es impecable en cada personaje, perfección y precisión
en toda acción a emprender. Recursos técnicos y creativos plenamente desarrollados, por eso cada personaje nos retrotrae a su tiempo, nos hace partícipe de su acontecer, de su audacia y de su sobrevivencia.
Un medio giro y cambio de indumentaria en escenario nos permite observar como la actriz se trasforma en el ser de cada personaje; acción, gestualidad y señuelos están involucrados en el tiempo que marca la historia. La voz expone y encarna la parte narrativa, se complementa con sonidos difusos y se articula de acuerdo a cada personaje.
El desempeño actoral es muy emotivo, nos hace reflexionar sobre la entidad de cada personaje, ante la adversidad que enfrenta, ante la incertidumbre de supevivencia; en medio del caos, guerra, sequía y soledad.
En la segunda obra, la partitura escénica nos deja ver a Yusuf y a su mujer chechena, quien de su bolso saca cartas de baraja, la adivina nos va mostrando a los ausentes y a los que ya no existen. Nos explica su mundo de raíz desaparecido. Mientras la mujer espera, espera también encontrar a sus desaparecidos.
La composición deambula entre detalle y sutileza, una mujer abandonada, refugiada, espera un día normal, ella a quien todo le ha sido arrebatado, hasta el agua, una mujer que transpira sufrimiento inmerecido, de una injusta guerra.
Autonomía creativa previamente sustentada en la partitura, permite que el personaje se desenvuelva expresivamente, con toda naturalidad, capturando la atención. Mientras canciones, poemas y fragmentos van componiendo la historia en nuestra memoria.
Secuencias y transformaciones nos llevan a distinto lugar, nos acercan y alejan de la historia, de los personajes, nos conmueven y nos hacen reflexionar.
Cantos exhalados que se van transformando ó se fragmentan, visualizaciones de seres que no están, así caminamos por un sendero de mano de la tragedia, pero se nos presenta envuelta de lenguaje poético y de sutiles matices, con llantos ahogados y gritos callados. Observamos de pronto los transfondos biográficos e históricos, aterradores.
En la tercera obra. Tiresias nos otorga Imágenes profundas que exponen la confrontación de los seres con su adverso entorno, seres que buscan esperanza y esperan compasión, y que han sido condenados por el destino. Pero con tenues pinceladas, va trazando y dibujando a cada uno de los personajes tebanos.
Precisión en la elección de imágenes, dentro del laberinto de la guerra, que no tienen camino de retorno ó cercano final, se muestran en voz y acciones del personaje Tiresias, un ciego, vidente, vestido de túnica que lentamente camina con su báculo, él nos va revelando parte de la historia de la caída de Tebas, Tebas escenario de batallas que involucraron a dioses y héroes. Los hombres peleaban por el control territorial, por el poder, el honor y la justicia.
Tiresias menciona uno de los dos acertijos que la Esfinge le pregunta a Edipo:
“Qué ser, provisto de una sola voz, camina primero de cuatro patas por la mañana, después sobre dos patas al mediodía y finalmente con tres patas al atardecer?”
“Cuantos menos pies tiene, más veloz corre.
Si lo conoces, te ama, pero si no lo conoces,
lucha contra ti y te destruye"
La respuesta que da Edipo, es: el hombre. El hombre puede ser su mejor amigo si se conoce bien, y también su peor enemigo y su máximo destructor. Así la esfinge fue derrotada y comenzó el adverso destino de Edipo que continuó en sus hijos.
Recordemos, cuando se corona como rey a Edipo, enseguida la peste azotó Tebas, después sus hijos Eteocles y Polinices se causaron la muerte, mutuamente en batalla, su tío Creonte asumió el trono y decidió otorgar un entierro honorable a Eteocles pero no a Polinices. Antígona, hermana de los fallecidos, desobedeció las órdenes de Creonte y le dio un entierro a Polinices, lo que llevó a su condena a muerte. Su hermana Ismena, no la apoyó, pero al final también sucumbió. El hijo de Creonte, Hemón, era el prometido de Antígona, y cuando vio a su amada muerta, Hemón se suicidó, dejando a Creonte sin descendencia.
Una victoria amarga, el fin de la guerra trajo consigo la destrucción y la ruina a Tebas. Los sobrevivientes tuvieron que enfrentar las consecuencias. Los imperios sucumben inexorablemente, el tiempo todo lo extingue. Y la guerra continúa siendo un gran negocio, para los titiriteros que detentan el poder a costa de todos los civiles que componen las naciones del mundo.
Tiresias enfatizó sobre Antígona, quien realmente no hizo nada, para merecer morir, solamente buscaba preservar el espíritu de su hermano. Porque los seres que no eran enterrados se convertían en espíritus errantes que vagaban por la tierra, sin paz, se convertían en espectros para perseguir a los vivos.
Los mitos de Tebas nos muestran un destino implacable, las acciones impulsivas y desmedidas que llevan a la destrucción. Nos recuerdan la importancia de la redención y la búsqueda de la reconciliación, en medio del caos y la tragedia.
La mitología griega nos invita a reflexionar sobre nuestra propia humanidad y a aprender de los errores del pasado para construir un futuro más justo y equilibrado. Las guerras de Tebas nos enseña la tiranía del destino, aunque aún halla espacio para la esperanza y la redención.
Tiresias expone compasión por los sucesos que acontecen a cada uno de los tebanos y nos recuerda a los griegos, una raza inflexible e intelectualmente honesta, así también eran los japoneses, antes de las bombas, chinos y rusos aún se mantienen en pié, y son los que marcarán el rumbo de la historia, dando un sacudida tectónica. Esperemos no culmine en una devastación nuclear.
Sobre la Maestra Varley, es actriz, directora y escritora. En 1976 se estableció en Dinamarca donde se unió a Eugenio Barba y al “Odin Teatret”. Estudio Filosofía en la Universidad de Milán. Trabajó con el Teatro del Drago, Centro Sociale Santa Marta y Circolo La Comuna. Ha escrito y publicado dos libros “Notas de una actriz del Odin Teatret” y “Piedras de Agua” y una novela “Viento del Oeste”.
Desde el año 1986, ha colaborado con la Escuela Internacional de Antropología Teatral (ISTA) y con la Universidad del Teatro Eurasia, ambas dirigidas por Eugenio Barba. Ha participado en el Magdalena Project. Actualmente, es editora de la The Open Page, revista dedica al trabajo de la mujer en el teatro y fue directora artística del Festival Internacional de Tránsito de Holstebro. Además, participó en el proyecto «Mujeres de Ojos Grandes» realizado en Dinamarca y Cuba.
Ha actuado en más de treinta montajes como son Anábasis, J.S. Bach, El Millón, Cenizas de Brecht, El Evangelio según Oxyrhincus, Talabot, El Castillo de Holstebro, Kaosmos, Las mariposas de Doña Música, Mythos, Oda al progreso, Vientos que susurran, Las grandes ciudades bajo la luna, En el vientre de la ballena, El sueño de Andersen, Ur-Hamlet, Matando el tiempo, La Vida Crónica, Ave María, El árbol, El personaje que no puede morir y Tebas al tiempo de la fiebre amarilla.
Hoy es la última oportunidad de ver esta interesante función, de presenciar un teatro comprometido, compuesto por magnitud de actriz y director. Una función que sacudirá su conciencia y su imaginación.
Tempus Telegraph
“Compasión"
Con Julia Varley
Fecha: Miércoles 17
Horario: 20:00
Lugar Teatro Varsovia
Boleto: $400
Boletos en TicketMaster o en taquilla
Descuentos a estudiantes, profesores e INAPAM
Info. de las próximas presentaciones del Odin Teatret en pdf aquí:
www.lartes.mx/confluencias2024-programa.pdf