Salgueiro regresó a México acompañada de un cuarteto de músicos espectaculares: Rui Lobato en batería, percusiones y guitarra; Ana Gonçalves en guitarra, Sofía Queirós en contrabajo y Fabio Palma en acordeón. Ella brindó una experiencia de canto profunda, exhibiendo la naturaleza abrumadora, expresiva y melódica de las letras.
El público quedo gratamente complacido con la interpretación de: “El hijo del pueblo” de José Alfredo Jiménez, “Gracias a la vida” de Violeta Parra, “Caballero de fina estampa” de Chabuca Granda, aparte del repertorio con canciones de su autoría en portugués, "Alegría" y obras del emblemático grupo “Madredeus”, como: “Os Senhores Da
Guerra”, aludiendo al injusto momento histórico presente.
Teresa Salgueiro durante 20 años participo como fundadora e integrante de Madredeus, vendiendo tres millones de discos; en los últimos 15 discos con su nombre, desatacan:“O Mistério,” “La golondrina y el horizonte” (dedicado a la música tradicional latinoamericana) y “O Horizonte”, este último galardonado por unanimidad con el premio José Alfonso, y con otros cinco discos en colaboración con otros artistas en los que revista clásicos de la MPB entre los años 30 y 70 del siglo XX o las raíces más profundas de Portugal.
Recordemos que la música de “Madredeus” y de Teresa, es una clara reminiscencia al fado, a su singular personalidad melódica, al sonido extremadamente especifico de la guitarra portuguesa y al tratamiento del canto.
La música que presentó retoma la tradición legendaria del fado, el fado es un arte musical inquietante, se traduce como "destino" y es señal de múltiples emociones e interpretaciones. El destino es una noción melancólica que nos mantiene a flote en la vida. Canto y baile se han empleado desde tiempos inmemoriales para aligerar la carga de los tiempos.
Y añadiendo letras sobre pérdida ó añoranza, amor ó desamor, dificultades para la supervivencia y -saudade-, que son interpretadas con emotivos sonidos. Si el ritmo es más lento, la canción suele estar relacionada con la nostalgia y los sentimientos de tristeza. Sin embargo, cuando el ritmo es más rápido, la canción se refiere a la alegría, la felicidad y la diversión. Aunque se dice que el fado no se explica, solo es melancolía que mantiene vivo el corazón. Que el fado es un mundo en sí mismo que brinda refugio a la vida del alma, ustedes que opinan.
Y sobre Portugal, cuna del fado, su escalofriante pasado viene precedido desde los celtas, romanos, visigodos, árabes y cruzados cristianos, quienes fueron sus conquistadores y gobernantes durante 3000 años, en el siglo XV marineros y exploradores transformaron el país en un imperio adjudicándose tantas colonias que prefiero no recordar.
Los europeos disfrutaban de la ventaja de las armas de fuego, y así fue como empezó la primera conquista territorial portuguesa. Era un siniestro presagio de lo que iba a tener lugar en toda África en los siguientes siglos.
El imperio colonial portugués trajo consigo muchos desastres para la población indígena: esclavitud, guerras, ruptura de las redes comerciales, fin de las actividades culturales tradicionales, deforestación y enfermedades, por nombrar algunas. Otras consecuencias fueron la adopción del portugués como lengua principal y de la religión católica, en muchas partes del mundo actual. Los portugueses también fueron responsables de diseminar la flora y la fauna por todo el mundo, a veces con efectos desastrosos sobre ecosistemas locales, pero también con éxitos notables, porque cultivos como la yuca, el maíz y la caña de azúcar se hicieron comunes en sitios completamente nuevos. Finalmente, los portugueses fueron los primeros en crear un auténtico imperio global en varios continentes, aunque fuera disperso e inestable. Quizás su mayor legado es el hecho desafortunado de que otras potencias europeas se dieran cuenta de las posibilidades del imperialismo y empezaran a explotar a los pueblos de todo el mundo a una escala incluso superior, cuando el colonialismo se convirtió no sólo en una mera cuestión de control del comercio, sino del territorio, los recursos y la población.
Y ni recordar como el Congreso de Berlín de 1885 representó el momento culminante de la consolidación del mundo colonial. Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Inglaterra, Italia, Luxemburgo, Noruega, Portugal, Rusia, Turquía y EE.UU se reparten África y zonas de influencia. Por ejemplo, Francia, colonizará el norte de África (Túnez, Argelia), Senegal, Congo Francés y Somalía. Inglaterra colonizará Egipto, África Oriental y Sudáfrica. Bélgica, el Congo Belga. España, el Sahara Español, Guinea Española. Portugal, Angola y Mozambique.
Actualmente lo que fue el imperio de Portugal se encuentra más allá de su decadencia, es un pedazo de tierra con una cantidad de préstamos acumulados, del BCE (Banco central europeo), FMI (Fondo monetario internacional y de la UE (Unión Europea); no les sorprenda una situación de destrucción económica y embargo como la que ocurrió con Grecia en 2015, que tuvo que rematar sus puertos, sus islas y sus centros turísticos, la electricidad y otras empresas públicas. Cosas como las que aquí se hacen diariamente, y no nos importan, y menos nos importa protestar.
Según decretos internacionales dictan que “una nación soberana tiene derecho a no ser empobrecida por acreedores que le han prestado sumas muy superiores a las que puede pagar sin verse forzada a incurrir en privatizaciones a precios irrisorios. Esas exigencias son semejantes a un ataque militar, que tiene un objetivo similar: apoderarse de las tierras, los recursos naturales y la infraestructura pública de la economía endeudada, y controlar su gobierno.” Pero contrario a lo que no debería ser, es lo que siempre ocurre, que también nos esta ocurriendo.
Depués de esta digresión sobre Portugal, que bien podrían no leerla, regresemos al fado, así el surgimiento de esta música interesante, vs tango, vs flamenco vs gitanos , vs todos los marginados y perseguidos y pobres por añadidura, así el fado de Lisboa tiene sus raíces en la marginalidad y la transgresión. El fado es la expresión más fiel del alma portuguesa, será.